La templanza es una virtud fundamental que ha sido valorada desde la antiguedad por diversas corrientes filosóficas y religiosas. Templanza priviene del latín «temperantia», que significa moderación o equilibrio. En la filosofía griega, especialmente en las obras de Platón y Aristóteles, se le conoce como «sophrosyne», y se considera una de las cuatro virtudes cardinales junto con la prudencia, la justicia y la fortaleza. Para Platón, la templanza representa el dominio de la razón sobre los deseos y apetitos, promoviendo la armonía interior. Aristóteles, por su parte, la define como el justo medio entre la insensibilidad y la intemperancia, regulando los placeres sensoriales.
Para Santo Tomás de Aquino, la templanza nunca tiene porque contradecir al placer en si mismo: «El hombre templado no rehuye a todos los placeres, sino aquellos que son inmoderados y contrarios a la razón» Por ejemplo, habla de la comida y el sexo, quer cuando se abordan con templanza, cumplen los requisitos humanos para la supervivencia, sin contradecir la virtud de la moderación.
Carcterísticas principales de la templanza:
. Autocontrol: Capacidad de dominar los impulsos y deseos inmediatos.
. Moderación: Evitar los excesos en comportamientos y consumos.
. Sobriedad: Mantener una vida sencilla y sin ostentaciones.
. Paciencia: Saber esperar y actuar en el momento adecuado
. Humildad: Reconocer las propias limitaciones y actuar con sencillez.
Practicar la templanza aporta múltiples beneficios en distintos ámbitos de la vida:
. Salud física y mental: Al evitar excesos, se promueve un estilo de vida saludable y se reducen riesgos asociados al estrés y la ansiedad.
. Relaciones interpersonales: Fomenta la empatía, el respeto y la comprensión hacia los demás.
. Toma de decisiones: Permite evaluar situaciones con claridad y actuar de manera prudente.
. Desarrollo personal: Contribuye al crecimiento interior y al fortalecimiento del carácter.
. Libertad interior: Al no ser esclavo de los deseos, se alcanza una mayor autonomía y paz espiritual.
La templanza puede integrarse en la vida diaria mediante acciones concretas:
. Alimentación consciente: Comer con moderación y elegir alimentos saludables.
. Gestión del tiempo: Equilibrar las responsabilidades laborales con el descanso y el ocio.
. Consumo responsable: Evitar compras impulsivas y valorar lo esencial.
. Comunicación asertiva: Expresar opiniones con respeto y escuchar activamente.
. Práctica de la gratitud: Apreciar lo que se tiene y cultivar una actitud positiva.
La templanza espiritual es más que moderación; es el dominio interior que permite al ser humano vivir con equilibrio, serenidad y propósito. Armoniza nuestros pensamientos, emociones y acciones, guiándonos hacia una vida plena y significativa. las claves para cultivar la templanza espiritual son: Autoconocimiento, disciplina interior, conexión espiritual, servicio desinteresado y gratitud constante.
Finalmente, en un mundo lleno de estímulos y distracciones, la templanza nos invita a detenernos, a mirar hacia adentro y a encontrar ese centro de paz que reside en cada uno de nosotros. Al cultivar esta virtud, no solo mejoramos nuestra vida ,sino que también irradiamos armonía y equilibrio a nuestro entorno. Recordemos que la verdadera fortaleza no está en dominar a otros, sino en dominarnos a nosotros mismos y, esa fortaleza interior nos permite vivir con autenticidad y plenitud. En un mundo catacterizado por la inmediatez y los excesos, la templanza se presenta como una guía hacia una vida más serena y significativa.
A continuación frases significativas en relación al tema:
– JUMO: «No tengo control de tus palabras, pero si tengo control de mis respuestas»
– SOLÓN: «Nada con exceso, todo con medida»
– JAIME BALMES: «la templanza es el vigor del alma»
– TOMÁS DE AQUINO: «La templanza es una disposición de la mente que ata a la pasión»
– HORACIO: «¿Quién es libre?Sólo el que sabe dominar sus pasiones»
– CONFUCIO: «Me lo contaron y lo olvidé. lo ví y lo aprendí; Lo hice y lo entendí»
Feliz domingo querida familia y amigos. Es vital el control de nuestros actos, pensamientos y sentimientos. Sin embargo es difícil, cuando quien recibe no es agradecido y no valora el desprendimiento. Solo queda hacer el bien, sin mirar a quien.Por eso,para un verdadero amigo, la amistad es siempre una dulce responsabilidad, nunca una oportunidad. Un afectuoso abrazo.

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1 Comentario

Cesar · abril 21, 2025 en 11:26 pm

Siempre tocando temas tan interesante, conforme leía recordaba a mi abuelita Cristina que controlaba sus alimentos (para comer saludable) controlando sus medicinas y su alimentación, mis padres ahora lo hacen también.
Cuando uno es más joven, muchas veces no es tan fácil poder tener la templanza porque buscamos la rapidez o inmediatamente, los años nos enseña a ser cautos, más pacientes y no actuar por impulso.
Un abrazo tío, gracias por publicar y compartir

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